Este proyecto es clave para fortalecer la conectividad y el desarrollo de nuestra región con esta estratégica obra.
En un reciente Proyecto de Comunicación, la Cámara de Senadores de la Provincia de Santa Fe expresó su interés en que el Poder Ejecutivo provincial gestione los fondos necesarios para la licitación y ejecución de una obra de interconexión vial que uniría las localidades de Reconquista, Avellaneda (Santa Fe) y Goya, Lavalle (Corrientes). La propuesta busca materializar un puente de 41 kilómetros que reduciría en 500 km la distancia con la Mesopotamia argentina, basándose en un proyecto de ingeniería ya aprobado por el gobierno nacional.
Un puente con décadas de historia
El origen de esta obra se remonta al 30 de octubre de 1964, cuando los entonces gobernadores de Santa Fe y Corrientes, Aldo Tessio y Diego Díaz Colodrero, firmaron la Declaración de Santa Fe. En este documento, se planteaba la necesidad de un cruce físico entre ambas provincias en la zona de Reconquista y Goya, ubicadas frente a frente sobre las márgenes del río Paraná.
El avance más significativo ocurrió en 1996, cuando la región impulsó estudios de factibilidad. La consultora a cargo, liderada por el ingeniero Huerta Soaje, trabajó junto a habitantes y autoridades locales de ambas orillas, culminando en 2001 con la selección de la traza definitiva entre 29 posibles opciones. Este proceso continuó con la firma de un convenio entre Santa Fe, Corrientes y la Secretaría de Obras Públicas de la Nación en 2005, y finalmente, en 2010, concluyó el proyecto ejecutivo.
Una obra estratégica para la región
Este puente no solo uniría a dos provincias que actualmente no cuentan con ninguna conexión directa sobre el Paraná, sino que también potenciaría las ventajas productivas y comerciales del suroeste correntino, noroeste entrerriano y noreste santafesino. Actualmente, las personas que desean cruzar entre Goya y Reconquista deben recorrer más de 500 km por rutas, ya que el cruce fluvial solo es posible mediante lancha o avioneta.
El proyecto contempla no solo el puente, sino también la construcción de una defensa costera en Lavalle y una circunvalación vial entre Reconquista y Avellaneda. Estas infraestructuras formarían parte del Plan del Norte, que busca mejorar las conexiones entre el oeste y este santafesino mediante rutas transversales.
Beneficios sociales y económicos
El impacto de este puente va más allá de la infraestructura. Se estima que beneficiaría directamente a una población de 500 mil habitantes, promoviendo el desarrollo equilibrado y generando arraigo local. El proyecto busca reducir la dependencia de las grandes ciudades y mitigar los efectos negativos de la concentración poblacional en áreas urbanas, impulsando un desarrollo más inclusivo y sostenible en las regiones afectadas.
Además, se pondría fin a una situación histórica de aislamiento entre ambas provincias, comparada en la nota con el efecto que tendría un río dividiendo importantes ciudades productivas como Rafaela y Sunchales. La obra también potenciaría los lazos culturales y comerciales entre las regiones, ampliando las oportunidades de negocios y colaboraciones entre Santa Fe y Corrientes.
Un pedido clave al Gobierno Nacional
El pedido de los legisladores santafesinos es claro: que el Gobierno Nacional incluya en el presupuesto 2025 las partidas necesarias para licitar la construcción de este puente estratégico. Este llamado a licitación es clave, ya que el proyecto técnico definitivo ya está aprobado, mientras que otras iniciativas similares aún están en fase de estudio.
La construcción de este puente no solo resolvería una barrera geográfica que ha limitado el desarrollo de la región por décadas, sino que abriría la puerta a un futuro de mayor integración, crecimiento económico y conexión para el noreste argentino.