La Cámara aprobó por unanimidad el proyecto que regula la construcción de reductores de velocidad.

La Cámara volvió a aprobar por unanimidad el proyecto de Ley que busca regular la construcción de reductores de velocidad en todo el territorio provincial. La iniciativa apunta a establecer criterios técnicos uniformes que garanticen la seguridad vial sin afectar la mecánica de los vehículos ni generar riesgos innecesarios para los conductores.

El objetivo central es ordenar y estandarizar la instalación de lomos de burro y otros reductores, especialmente en zonas urbanas, donde muchas veces se construyen de manera improvisada o sin respetar parámetros de diseño adecuados.

Durante el tratamiento, se remarcó que en distintas localidades se observan reductores de velocidad excesivamente bruscos, que provocan daños en los vehículos y comprometen su seguridad. En este sentido, se destacó la explicación del especialista Rubén Garay, quien brinda charlas en Argentina y otros países sobre la importancia de respetar las normas técnicas en la construcción de este tipo de estructuras.

Garay advierte que los lomos de burro mal diseñados pueden tener graves consecuencias para la mecánica automotriz. “Para que un automóvil pueda circular 100.000 o 200.000 kilómetros sin inconvenientes, hay un trabajo de ingeniería que busca darle previsibilidad y durabilidad a todo el sistema mecánico. Sin embargo, esa evolución se enfrenta con la trampa de reductores de velocidad que no respetan las líneas de fabricación y terminan siendo peligrosos”, explicó.

Con la aprobación de este proyecto, se busca armonizar la necesidad de reducir la velocidad en áreas urbanas con el respeto a las condiciones técnicas y de seguridad, contribuyendo así a una convivencia vial más segura y sustentable.