Es un nuevo intento del gobierno provincial de administrar recursos en forma discrecional.

El Senador Provincial Orfilio Marcón manifiesta su preocupación sobre el proyecto de presupuesto que recientemente ingresara a la cámara alta de la legislatura santafesina.
Marcón señala que las proyecciones del presupuesto para el próximo año no alcanzan ni siquiera a cubrir el proceso inflacionario de este período. Proyecta recursos por $ 510.165.597.000; o sea, solo un 23% superior al actual y erogaciones por $ 518.812.624.000, que representa un 26% más con respecto al presupuesto actual. El proyecto es deficitario en 8.647 millones de pesos.
El Senador por el Departamento Gral. Obligado enfatiza que el Poder Ejecutivo pretende arrogarse la facultad de utilizar arbitrariamente recursos que excedan lo presupuestado. Esto es ya un artilugio tan conocido como deplorable: se subestiman los ingresos, para poder manejarlos luego de manera discrecional. Marcón destaca también, en esta línea de gestión absolutista, que el gobierno pretende tener facultades para cambiar asignaciones de capital (obras e inversiones) por gastos corrientes.
“El Gobernador – agrega- solicita a través de este proyecto la autorización para un nuevo endeudamiento, esta vez por 154 millones de dólares. Lo que no especifica claramente es el destino que pretende otorgarle a esos recursos”. “Con idéntico propósito –añade Marcón- solicita la prórroga para utilizar 16.000 millones de pesos autorizados por Ley y no realizados este año. Quiere seguir en emergencia, toda vez que requiere la prórroga de la Ley de necesidad pública en salud y seguridad, que se le otorgaran a comienzos de este año”.
“Lo único que aumenta –se explica- son los fondos para el actual gobernador que pasan a $ 465.300.000, lo que representa un 49% más en relación al período actual. Es superior al incremento del presupuesto previsto para todo el Poder Judicial y 20 puntos más que lo asignado a ambas cámaras del Poder Legislativo.
EDUCACIÓN, SALUD Y SEGURIDAD. Para estas tres funciones indelegables del estado, los aumentos están por debajo de la inflación de este año. Establece un 26% para salud, 20% para educación y lo más llamativo por ser un caballito de batalla en campaña, otorga un aumento de sólo el 8% para seguridad. Esto significa que no se contemplan inversiones reales para ninguno de estos tres sectores.
Marcón concluye que la finalidad no es dejar sin presupuesto a este gobierno, toda vez que representa una herramienta de gestión más que trascendente, pero es oportuno llamar a la reflexión sobre el respeto por el imperio de los tres poderes de estado y que los recursos no se administran en forma arbitraria y mucho menos discriminatoria.

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